Friday, March 11, 2016

El pecado oculto. Pastor Jose R. Martinez

Sermon: El pecado oculto. -  Pastor Jose R. Martinez

Texto biblico: Salmo 32. Lectura de versiculos del 1 al 7

Introduccion.
Aqui en los Estados Unidos hay un dicho popular que dice que cada persona tiene "skeleton in the closet", o esqueletos en el armario. Esto quiere decir que no todo mundo dice la verdad sobre su vida, y que cuando se le investiga, alli le aparecen cosas que tenia escondidas y que nunca habia declarado. Esos podrian ser tambien, pecados, faltas, o delitos que no habian sido nunca confesados. La Palabra de Dios nos dice que no hay nada oculto que no haya de ser revelado (Mateo 10:26). No hay crimen perfecto, porque aunque no hayan testigos, los ojos de Dios estan por todos lados. El otro dia, mi suegra caminaba por un lugar, a unas cuadras de casa, cuando se le acerco un joven y le pregunto por una direccion, luego el hombre aprovecho que no pasaba nadie por el lugar, le arrebato un prenda de oro, y se despidio como si no hubiera hecho nada. Mi suegra dice que cuando ella vino a reaccionar, ya el hombre se habia perdido de vista. Ella reporto el hecho a la policia, y uno de los agentes le pregunto donde habia sido, ella dio los detalles del lugar, y otro agente fue a mirar los monitores, porque en aquel lugar habian camaras por todos lados. Desafortunadamente, por alguna razon la grabacion del hecho no se pudo conseguir, y no se pudo identificar al ladron.

Sermon.
Salmo 32.
1 - Bienaventurado aquel cuya transgresion ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
2 - Bienaventurado el hombre a quien Jehova no culpa de iniquidad, y en cuyo espiritu no hay engano. Que bueno es cuando estamos en paz con Dios y con los demas. Que bueno es caminar bajo el temor de Dios. Dios lo sabe todo, y conoce nuestro corazon. Jesus vio a un hombre llamado Natanael, que vino hacia El, y le dijo: He aqui un verdadero israelita en quien no hay engano (Juan 1:47).
3 - Mientras calle, mi pecado, se envejecieron mis huesos. En mi gemir todo el dia. Me parece que aqui se deja entender que hay una relacion entre el pecado y la enfermedad, David dice que mientras el oculto su pecado, le dio artritis, reumatismo, osteoporosis, dolor de huesos, garrotera, y todo problema con los huesos. El pecado oculto es como la lepra, la persona trata de ocultarlo y mas hiede. El pecado oculto es como la levadura que leuda toda la masa. El pecado oculto ata, encadena, inhibe, deprime, y come por dentro como el cancer. El pecado oculto quiere salir, pero el diablo dice: no, no digas nada o quedaras en verguenza, iras a la carcel, nunca mas confiaran en ti, solo tu lo sabes, no tienes que decirlo a la gente, ellos no te entenderan. El pecado oculto no deja vivir. En la novela "Crimen y Castigo", un hombre mata a una usurera, para no pagarle lo que le debe, y nadie lo ve cuando comete el crimen. Durante varios anos el asesino vive la angustia de ocultar su crimen, y tiene una gran batalla interna con su conciencia que lo impulsa a declarar el delito. Luego aparece alguien que dice ser el hechor del crimen, y el verdadero asesino tiene que confesar el crimen, antes de que envien a otro inocente a la prision. El rey David, se dio cuenta de su error con Betseba, cuando esta le declara que esta embarazada. David pone a trabajar su intelecto y decide mandar a llamar al marido, Urias para que duerma con ella y arreglar el asunto, pero para su desmayo, el tal Urias resulta ser tan fiel que no se retira del palacio esa noche. Cuando David ve que Urias no va a hacer lo que el espera que haga, entonces decide ponerlo en la linea de combate en la guerra, para que lo maten otros y no el. David cree que todo esta arreglado, el posiblemente dice: he, he, un crimen perfecto. Dios lo sabe, y manda al profeta Natan a desenmascararlo. Natan le hace una historia, y le dice que un hombre rico le quito la unica ovejita que tenia un pobre y que despues lo mando a matar. Que se le puede hacer a tal hombre? Pregunta Natan. David dice: Hay que matarlo, que otra cosa se puede hacer contra ese sinverguenza. David pregunta: Quien es ese hombre? Natan le dice en voz baja: Ese hombre eres tu (2 Samuel, capitulo 12).
4 - Porque de dia y de noche se agravo sobre mi tu mano; se volvio mi verdor en sequedades de verano. Cuando la mano de Dios, o el dedo de Dios esta apuntando al que esconde algo, no hay paz ni tranquilidad, las cosas iran de mal en peor. Aquel pecado de David le costo, la vida de su hijo recien nacido, y no se aparto de su casa el filo de la espada. Todo pecado tiene sus consecuencias, y lo mejor es confesarlos, para ser libres. Dios dice: Si declaramos nuestros pecados, Dios es fiel y justo en perdonar ( 1 Juan 1:9).
5 - Mi pecado declare, y no encubri iniquidad. Dije: Confesare mis transgresiones a Jehova; y tu perdonaste la maldad de mi pecado. Finalmente David acepta su error, se arrepiente, y pide perdon a Dios. David se libera al confesar su pecado, y Dios lo perdona, pero las consecuencias de aquel error quedaron para afectar a los hijos de David. Las buenas noticias, son que no importa el pecado que usted haya cometido, Dios lo puede perdonar, porque para Dios no hay nada imposible. El unico pecado que Dios no perdona es al que blasfema contra el Espiritu Santo. 
6 - Por esto orara a ti, todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente en la inundacion de muchas aguas no llegaran estas a el. Dios dice, deje el impio su camino y el hombre iniquo sus pensamientosldad y vuelvase a Jehova, que de el tendra misericordia, y al Dios nuestro, el cual es amplio en perdonar (Isaias 55:7). Dios puede perdonar, todo pecado, pero esta en nosotros confesar y pedirle que nos perdone. Hay un tiempo dice la Palabra, en que Dios puede ser hallado, y ese tiempo es ahora, hoy mismo, pues nadie es dueno del manana. Un joven en nuestra congregacion, tenia un secreto que queria confesar pero no sabia como, asi que un dia Dios puso en su corazon que lo hiciera delante de toda la congregacion, y aunque lo que el ocultaba era muy bochornoso para el, despues de aquella confesion, el quedo liberado. Algunas tribus de nativos americanos, tienen por costumbre hacer reuniones y confesar sus faltas en comun, eso dicen ellos, los hace ser mas transparentes y como no hay nada oculto en sus vidas, ellos viven mas felices.
7 - Tu eres mi refugio; me guardaras de la angustia; con canticos de liberacion me rodearas.
Que bien se sintio David, cuando todo habia pasado, y Dios lo perdono. La paz que Yo les doy, dice Jesus, no es como el mundo la da, no se turbe vuestro corazon, ni tenga miedo. Que bueno es caminar bajo la voluntad de Dios, pues es como dice el Salmo 91:1 El que habita al abrigo del Altisimo, morara bajo la sombra del Omnipotente. Que mas podemos desear?

Conclusion.
David aprendio la leccion y de aquella experiencia aprendio que el pecado entra muy facil a nuestra vida, pero una vez entrado, es muy dificil sacarlo. Puede ser muy dulce como la miel en nuestra boca, pero amargo para nuestra alma. Y el pecado oculto es el peor, porque nadie lo ve, y nadie sabe el dano que esta haciendo por dentro. El diablo quiere que no confesemos el pecado, porque a el le conviene mantenernos atados, y esclavos a el. Cuando vivimos en pecado estamos muertos, cuando venimos a Cristo, tenemos vida. Un dia cuando la abuelita estaba ocupada en la cocina, Juancito tomo la cartera de la abuela y le robo un dolar; el creia que nadie lo habia visto, pero su hermana mayor vio lo que hizo el, y le dijo: Si no quieres que le diga a la abuela lo que hiciste, prometeme que desde ahora en adelante tu me ayudaras a lavar los platos, fregar el piso, y lavar el bano? Juancito tuvo miedo de lo que la abuela y su mama le pudieran decir, asi que opto por ayudar a su hermana con los oficios, Una semana despues, Juancito estaba arrepentido, y tan cansado de hacer las tareas de su hermana, que decidio confesar su pecado. La abuela lo perdono, la madre lo regano, pero el prometio nunca mas robar ni ocultar nada; Juancito dijo: Esos dias que yo vivi ocultandome de la abuela, no eran vida. El Apostol Pablo decia, que nosotros debemos ser como cartas leidas (2 Corintios 3:2).



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